(George Perdomo/ Escritor)
La Emigración es un tema de profundo contenido social que incide directamente en la desintegración del núcleo familiar y consecuentemente en la perdida de sus valores.
Tal vez resulte quijotesco buscar soluciones para evitar la emigración en vista de las dificultades y problemas que atraviesan los países del emigrante, pero con la certeza de que con trabajo, honestidad y voluntad se puede salir adelante y vencer cualquier clase de injusticia, justificando plenamente esta actividad, como esfuerzo por conseguir que las familias del emigrante permanezcan unidas y por consiguiente se fortalezcan y enriquezcan en valores humanos que son los que constituyen la columna vertebral de la sociedad, el equilibrio socioeconómico en el Ecuador ha creado a personas desubicadas como es el caso de los emigrantes, que ha diezmado y socavado los cimientos de la sociedad.
Como causa que determina la Emigración tenemos los siguientes factores: el poblacional, cultural, social, críticos y complejos retos y oportunidades.
El crecimiento de la población tiene un porcentaje muy elevado, por tal razón la calidad de vida y desarrollo de las regiones se ven condicionados por un crecimiento demográfico mucho más rápido que el desarrollo económico.
Entonces: La pobreza y el acelerado crecimiento demográfico ejercen presiones cada vez mayores sobre los recursos disponibles, las soluciones para la alimentación, vivienda, salud, educación se buscan con la emigración.
El motivo primario de emigrante es saber que va a salir de la pobreza y escapar de la estrechez económica encontrando un país en el que pueda desarrollarse y por supuesto vivir en un nivel de vida superior, una de las causas favorecedoras para el destino de los emigrantes es sin duda la similitud de idiomas de allí que los emigrantes de habla hispana prefieren España e Italia antes que a los demás países Europeos.
La estampida migratoria de los ecuatorianos se produce con la llegada a la presidencia del Doctor Jamil Mahuad y provoca la más espantosa crisis socioeconómica y política ya que congeló el dinero de los depositantes, favoreciendo con ello a los banqueros corruptos permitiendo la fuga de miles de millones de dólares, polarizando el aparato productivo Nacional y precipitó el aumento del desempleo que de por sí ya era alarmante.
Esta es una de las razones que en aquel año más de quinientas mil personas emigraran hasta España e Italia.
En el año 1999 y 2000 salieron del Ecuador 762.180 personas, los profesionales médicos prefieren emigrar hacia Chile, se tiene conocimiento que en ese país están radicados casi 4000 médicos ecuatorianos
En un trabajo de investigación realizado por la revista VISTAZO Nº 805 de Marzo 8 del año 2001 titulado EXODO: EL PAIS SE QUEDA SIN MEDICOS JOVENES deja plasmada la radiografía de los médicos jóvenes que emigran en busca de mayores oportunidades, en Ecuador se comienza a sentir la ausencia de los profesionales, decía el mismo artículo que para cuatro cargos que ofrecían en una convocatoria para buscar médicos para un hospital, sólo se presentaron dos candidatos y para estos mismos concursos antes había más de cincuenta solicitudes.
No tratándose de un hecho aislado. Por falta de participantes la escuela de graduados de la facultad de ciencias Médicas de la Universidad Católica de Guayaquil declaró desierto el concurso para realizar un Pos grado en Perinatología en el hospital del Seguro Social.
El hospital de la ciudad de Manta se quedó sin la mayoría de Médicos residentes ya que once de ellos tomaron un avión y emigraron a Chile.
Pueblos enteros en la Zona Austral se quedaron sin habitantes, convirtiéndose en los denominados pueblos fantasmas.
Con la emigración se busca mejorar el nivel de vida de manera que ésta sea más sólida, más segura y por ende más digna. Por el contrario con la emigración las familias se desmoronan, se dividen debido a la expatriación masiva y voluntaria, el cónyuge que queda, muchas veces busca el calor que le falta en otros brazos o el que emigra encuentra consuelo a su soledad, situación que termina con el matrimonio y como consecuencia con el abandono de los hijos.
Partiendo de este punto el balance de la emigración es negativa ya que los padres no pueden enseñar con el ejemplo los valores que le permitan llenarse de virtud para luchar contra los males del entorno como: la injusticia, la drogadicción, el alcoholismo, el tabaquismo, la degeneración sexual, la corrupción, la violencia y en general la maldad.
La solución no está en tratar al inmigrante como si se tratase de un delincuente, así no se puede frenar la angustia de las personas que cometen el “error” de querer mejorar su forma de vida y la de los suyos.
La solución es simple: si los países llamados ricos quisieran terminar con la afluencia de la inmigración deberían invertir en los países pobres para crear fuentes de trabajo, apoyar con préstamos blandos a los países de los emigrantes para que estos recursos sean empleados en la agricultura y luego comprometerse a comprar aquellos productos a precios razonables.
Así los países del emigrante con trabajo y sacrificio sumado a la honradez que los identifica pueden salir adelante
George Perdomo